Hildegard Hahn - Strings und Quanten

Cuando era joven estaba convencida de que el arte visual, las imágenes, era algo universalmente entendible que funciona sin interpretación verbal. Esa ingenua opinión se desvaneció inmediatamente después de la primera lección que recibí de la historia del arte. Más tarde, cuando conocí otros pueblos, aprendí que el entorno (las condiciones paisajísticas que marcan en gran medida la vida diaria), la historia (escrita) y la tradición (celebrada como solidificación de la etnia), forman la suposición para la interpretación del contenido de cualquier manifestación artística. En la actualidad se han borrado muchas fronteras, con la televisión e internet viajan las imágenes alrededor del globo como manifiestos de una irreal realidad común. Pero sigue, como obstáculo o como protección de la diversidad, la ambigua relación entre lo visto y lo hablado, siendo más sofisticado todavia lo escrito. Este saber, que se manifiesta en todos mis trabajos como un susurro de fondo y se aprecia claramente en "La Torre de Babel", es uno de los motivos por los que acompaño mis proyectos con pequeños textos como primer paso hacia una lectura posible.

¿Sigue el conjunto de mi trabajo un camino sin rumbo? Es cierto que nunca me fijé una meta concreta. Prefiero interpretar mi vida incluyendo mi labor artística como principal estimulo, como un camino abierto: una via céntrica con carreteras secundarias que tendrán su encuentro finalmente en la conclusión de mi estancia terrenal. Como carretera principal tengo la certeza de saber lo que no quiero y lo que rechazo, no queriendo dar a entender con esto que no tengo inmunidad contra los errores. Las otras carreteras, las secundarias, son las ideas espontáneas convertidas en manifestaciones materializadas con ingredientes y métodos a mi alcance, variables según la exigencia de cada proyecto sin preocuparme por genéros, estilos o tendencias en circulación. Me he hecho balandrista en el mar de las posibilidades.

Soy simpatizante de los pensadores que manifiestan, de una manera algo dramática en la elección del verbo, una muerte de la historia, del arte, de la ética, etc. No puedo entenderme como trabajadora en el mundo del arte en esta historicidad lineal aparentemente objetiva que está basada fundamentalmente en interpretaciones manipuladas por ambiciones de poder, en visiones centristas, intereses de conveniencia... Estoy convencida de que no existen criterios puramente objetivos para la lectura de cualquier obra de arte. Tampoco me interesa la actividad artística como representación individualista, prefiero intervenir en la obra partiendo de cierto di stand ami en to de mí misma para posibilitar el diálogo entre ella y yo e interviniendo en base a mis propias observaciones y experiencias. Me hago cómplice del azar, del paso del tiempo, celebro un encuentro con el aura del ambiente que pueden elevar las ideas más pesadas a lugares sin límites. Siento auténtico horror ante la idea de repetirme, prefiero el silencio y la reflexión cuando las Musas se ausentan de mi hogar.

Cerrando los ojos, recuerdo como si fuera ayer un cielo azul nocturno salpicado de innumerables estrellas en un verano en Bohemia, mi país natal. Y recuerdo cómo llevé a mi padre al horde de la paciencia con la repetida pregunta: "¿Qué hay detrás de las estrellas?, ¿y detrás?, ¿y ...? Tenía cuatro años. Todos mis intentos de "dibujar" lo que había visto terminaron en fracaso. Mi padre me enseñó entonces una "flor de estrella" (Sternblume), en la pradera al lado de nuestro pequeño lago. El olor de esta frágil flor, todavía presente en mi memoria, me evoca la imagen de un paisaje montañoso donde al ritmo de los pájaros vuelan mariposas y ... ¿angeles?. Aprendí que las cosas cercanas que podemos tocar con suerte también las podemos dibujar "para tenerlas". Pero existen otras cosas que sólo conseguimos ver o imaginar. Esta lección despertó en mí el gran amor e interés por la naturaleza y sus secretos, y más tarde mi pasión por las ciencias naturales. Tanto la ciencia como la naturaleza me permiten acercarme a lo explicable, incluso a espacios lejanos inalcanzables para los ojos humanos, a la estructura física del universo. Con cierta voluntad de imaginacíon abstracta, aprendí algo sobre las características de las ondas luminosas y sonoras que influyen básicamente en la perceptibilidad de nuestro entorno.
Intento seguir las investigaciones del funcionamiento de la biología humana ya que nos enseñan cada vez más sobre la organización fisiológica del cerebro, nuestro centro intelectual, y rozan con tímidas explícaciones el borde del misterioso conglomerado que denominamos mente-espíritu o ser-alma. Desde siempre, los hallazgos científicos moldean la visión sobre el mundo con todos sus más variados componentes, en el siglo pasado con más aceleración que nunca gracias a la ayuda de las nuevas tecnologías. Estoy encantada de vivir en este tiempo y veo como reto imprescindible intentar dar expresión visual a las teorías y conocimientos abstractos. Los proyectos "Baco, la Alegría de Vivir"; "Eco, sobre Polifonía y Parlamentos", y "Danza de Piedras, con Strings und Quanten", surgieron así.

Cuando tenía cinco años vivi una experiencia que cambió mí vida de niña feliz en pocas horas: un bombardeo en Karlsbad, Karlovy Vary. Cuando terminaron los truenos producidos por los aviones, los gemidos y las explosiones de las bombas, las sirenas anunciando el fin del ataque, en las calles no había nada más que llamas y humo, gritos y llantos. Medio año después, el primer dia de colegio, un profesor me dio una bofetada porque no levanté el brazo con el saludo "Heil Hitler". Habia oído decir a mi abuelo que no saludáramos así a ese ladrón que invadió muchas regiones además de la nuestra. Algunos meses más tarde nos encontramos en un campo de expulsados, desheredados del hogar como perdedores de la II Guerra Mundial. Siendo refugiados en Alemania nos llamaron gitanos, no teníamos ningún lugar decente para vivir ni estima personal. Me surgieron muchas preguntas en medio de todo este caos. Invertí tiempo y energía tratando de buscar respuestas al comportamiento a veces extraño y cruel del hombre en general y en especial de situaciones donde prescinde de su individualidad, incluso de la razón, a favor de una sumisión al grupo de los poderosos de turno. Manifestaciones de este tipo son las que reflejo en innumerables dibujos, fotografías, collages, que sigo haciendo todavia y paralelamente a otros proyectos por ser un tenia inagotable. "Observaciones y Conclusiones", "Eva", "Kama Sutra Freudiano", "Coctel", "Extraña Sensacíon de Irrealidad", "El Efecto Caín contra Abel", "4 Paseos por Paisajes Enigmáticos" son algunos ejemplos.

Como mucha gente joven, decidí estudiar Filosofía y Bellas Artes con la expectativa de encontrar algunas pistas para transparentar el ser humano como producto de una evolución espiritual, como una posible temática de mi labor artística. Pierre Bourdieu analiza en su libro Meditations pascaliennes qué lejos están los pensadores escolásticos de la vida cotidiana por no decir de la humana. Admiro su valor de afirmarlo. Creo que, si entendemos nuestra participación artística como algún testimonio de la época que nos toca vivir, necesitamos observar los acontecimientos que la constituyen. Me interesa dónde estamos, los hombres situados en este proceso, en "La Milésima Parte y Uno", "Habitar, Capital de una Isla", "Fast Food", "Encuentro", "Encontrarse" y "Distanciamiento".

Cuando perdí la infantil seguridad de poder dibujar o pintar libremente lo que quisiera, apareció otro conflicto de la legitimidad de las imágenes producidas. Antes y después de la guerra, cuando se podía hablar sin miedo, los intelectuales alemanes, al igual que otros europeos, tendían a la Izquierda con el supuesto lema: todo para todos; el arte para el pueblo. Me orienté entonces en Maestros modelos. Mis profesores en Stuttgart eran casi todos alumnos de la Bauhaus. Además, en los años cincuenta, estaban recuperados y expuestos en la Staatsgallerie algunas obras que fueron prohibidas en el régimen nazi: Paul Klee; Oscar Schlemmer; Emil Nolde; Max Beckmann y otros. La admiración por los grandes maestros se sumó a mi propia observación y busqueda de una identidad. Poco después, durante una visita a la Documenta en Kassel, me encontré con la cara del arte más contemporáneo. En mi cabeza se creo un caos ante tantas ideas, no sólo provocado por las ideas artísticas que iba conociendo sino también por la filosofía: mi atracción hacia el existencialismo, la influencia de profesores como el caso del neo-platónico Max Bense ... Guardo pocos dibujos, cuadros y pequeños objetos de estos años. Siento siempre la necesidad de destruir mi trabajo si no me convence el resultado.

En 1975 conocí la isla de Lanzarote. Ese paisaje, formado en parte por recientes erupciones volcánicas, me despertó de una agonía espiritual centroeuropea: la descomposición a favor de una nueva composición de la isla demuestra, tan obviamente, el paso del tiempo sobre toda materia que anuncia un continuo cambio cuyo límite está en un espacio abierto de un orden mayor. Me sentí de tal manera atraída que decidí vivir algún tiempo en el archipiélago canario, y desde entonces lo he abandonado sólo para alcanzar otras orillas, recorrer otros paisajes más extensos, desiertos y bosques, siempre volviendo con alegría. Al principio plasmé mis descubrimientos, por ejemplo el horizonte curvado o una doble perspective producida por el juego entre costa y horizonte, la luz aplastante negando formas rígidas destacando elementos pequeños en un entomo poliformo en pintura, fotografía y objetos. Pronto me sentí incómoda con los resultados estáticos que no llegaron a expresar el ambiente ampliamente sensual. Me fui a la orilla e intenté trabajar con la implicación del mar mismo, de las mareas, de los sonidos, de las voces del tiempo... la gente que pasea por la playa... "Cuentos del Atlantico", "Comportamiento Urbano" y "CICER, Retrato de un Paisaje" son algunos resultados.

Aquí me repito: "entiendo mi vida como un paseo por terreno abierto" con la diferencia que a los 66 años vividos aplico una mirada más crítica hacia mi trabajo, miro hacia el pasado, hoy irremediable, sin remordimiento y me pregunto qué he hecho; al futuro: qué me queda por hacer. Me importa sentirme viva, sola o en reunión con otras personas vivas. Estar vivo significa estar presente, SENTIR el momenta. Esto parece ser lo más difícil en nuestra civilización occidental, donde entre otras cosas secundarias la buena apariencia, el éxito económico, la popularidad marcan la velocidad de nuestros pasos. La excusa más frecuentemente oída es: "no tenía tiempo". Tiempo para estar, tiempo para sentir, tiempo para compartir, tiempo para ser. Respondo con mis proyectos: "HUIS CLOS, Habitación Cerrada", "Ciudad del Mar", "Calima", "Móvil Perpetuo", donde con fotografías, video grabaciones, fragmentos del entomo y la vida cotidíana, no manipulados con médios técnicos, espejos que sí manipulan el espacío e implican el rostro del espectador, y diversos sonidos, creo escenarios que pretenden rescatar al visitante algún tiempo de sus prisas.

Hildegard Hahn, Las Palmas de Gran Canaria, Mayo 2005.

con la colaboracion de

  
Gobierno
de Canarias
VICECONSEJERIA
DE CULTURA Y DEPORTES

GALERIA MANUEL OJEDA
C/ Buenos Aires 3 - 35002 Las Palmas de Gran Canada - Tel. 928 361119

 

Letzte Änderung: 21.3.2010
Bitte richten Sie Fragen oder Kommentare an: <punctum@punctum.com>, Dr. Georg Fischer.